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Historia

No tenemos referencias significativas del tiempo prehistórico aunque sí cabe citar que en el yacimiento del Regato de las Anguilas, en Mar , se han hallado en las terrazas de la ría cortadas por la autovía varios hendedores, lascas y núcleos. Además hemos de recordar que la distancia que separa las tierras del municipio de Polanco con el paraje de Altamira, yacimiento paleolítico extraordinario y  monumento universal del arte rupestre, apenas llega a la decena de kilómetros.

La ocupación romana del territorio determinó la realización de un sistema de calzadas romanas en Cantabria que según los especialistas se dispuso sobre dos ejes, uno de Norte a Sur y otro de Este a Oeste. Precisamente el segundo de estos ejes lo constituye la calzada llamada Via de Agripa que iba desde Portus amanum (Sámano- Castro Urdiales) hasta el Portus Vereasueca que suele considerarse en la actual San Vicente de la Barquera. En este camino se localiza el lugar de Polanco, a través del cual discurría la vía que venía por Oruña y Rumoroso hasta un punto seguro del paso: el de la Barca de Barreda, aguas abajo de la confluencia de los ríos Saja y Besaya.

Polanco se encontraba en la confluencia cercana al cruce de ambos ejes de las antiguas vías romanas Cantabria.
No va a ser hasta los albores del primer milenio en que por primera vez aparece el topónimo de Polanco. Concretamente en documentación de la Abadía de Santillana que se consolidó como dominio monástico de lo que acabó llamándose las Asturias de Santillana.

El primer documento que recoge el nombre de Polanco es el correspondiente al Cartulario de Santillana o » Libro de la Regla» fechado el 15 de febrero de 1023 y que consiste en una donación realizada por  Arcidio y Golafara a la regla de Santillana y a su abad de las heredades que poseían en Avios, Quintaanales, Santillana, Polanco y Barreda.

Más sugerente es aún otro documento de apenas tres décadas más en el que aparecen los términos «in villa Polanco». Este segundo texto es otra donación que el particular Pelayo Rodriguez hacía a la abadía de Santillana el 8 de abril de 1056, concediéndole la «heredad» que allí poseía y concretamente tierras, pomares, viñas y una diversidad de árboles.

Polanco dejó de pertenecer a la Abadía de Santillana para pasar a ser parte  de la Casa de la Vega. Se estima que Polanco en 1432 tendría una población aproximada de 126 personas de Casa de la Vega y que contaba con una industria de transformación y una ferrería de considerable importancia.

En 1835 se constituye Polanco como ayuntamiento y con ello consigue la emancipación del poder señorial de Casa de la Vega.

A mediados del siglo XIX, Polanco estaba constituido por cinco barrios: Posadillo, Soña, Ramera (hoy Rinconeda), La Iglesia de Polanco y Mar. Con posterioridad se constituiría Requejada que compondría parte de Ramera y Mar. A principios del S. XX se constituiría a través de Solvay el Barrio Obrero y en 1973 se adhiere Rumoroso que se segrega del ayuntamiento de Piélagos. En 1953, por decisión plenaria, se cambia el nombre de Ramera por el de Rinconeda. En 1918 se  bota  el «Parsy», un velero pailebot de cemento, construido en los astilleros de Requejada. En 1954 se instala el teléfono en Polanco y en 1955 en Requejada.  A mediados de los años 60 llega el agua a los hogares del municipio.