La alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz Fernández, ha acompañado al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el consejero de Industria, Javier López Marcano, a la planta de la empresa Julio Cabrero y Cía situada en el puerto de Requejada, a la que el Gobierno regional ha concedido una ayuda de 398.250 euros para la incorporación de una nueva línea de producción, en la que la firma tiene previsto invertir 1.972.000 euros.
Durante la visita, el presidente de la empresa, Julio Cabrero, ha guiado a las autoridades por el recinto donde Revilla ha destacado la importante evolución de esta empresa familiar hasta llegar a la tercera generación actual y ha puesto en valor el esfuerzo por mejorar y aumentar la producción en la complicada coyuntura actual “frente a quienes auguran catástrofes”.
Precisamente, el Gobierno de Cantabria respalda esta importante inversión que, según Julio Cabrero, permite “alcanzar nuevos mercados y estar en más países”, a través de la línea de ayudas CRECE 2 (Crecimiento industrial para empresas industriales) de la Dirección General de Industria, Energía y Minas.
Julio Cabrero y Cía es una empresa familiar fundada en el año 1960, que se dedica a la producción y envasado de azufres solubles para la industria y la agricultura. Produce 18.000 toneladas de azufre al año, con una facturación anual de 7,4 millones de euros y 23 trabajadores en plantilla, además de sus dos socios.
Fabrica mezclas de azufre, específicamente formuladas para los sectores del caucho (principalmente fabricantes de neumáticos) y para el de la agricultura, grandes distribuidores del sector agroalimentario. Exporta más del 40% de su producción y se está abriendo a nuevos mercados, como es el caso de Egipto.
Es uno de los líderes en la producción de azufres solubles y micronizados en el mercado nacional e internacional, compitiendo en el sector agrícola con una empresa de Sevilla y otra de Tarragona y en el sector industrial con una empresa italiana, otra polaca y una alemana.
Micronizado eficiente y seguro
El objetivo del proyecto aprobado por la Consejería de Industria dentro de la convocatoria del programa CRECE 2 de 2022 es incorporar una línea completa de micronizado con dos molinos nuevos de mezclas de azufre con capacidad para llegar a procesar 42 tn por turno, en sustitución de la línea 2 de micronizado, instalación que data del año 1988 cuya capacidad máxima de producción es de 25 tn por turno.
De esta forma, la capacidad máxima de producción pasará de 11.000 tn/año a 18.480 tn/año, y la capacidad total de la planta podrá aumentar en 3.740 tn al año (de 18.000 tn a 21.740 tn).
Los nuevos molinos usan una tecnología de micronizado que aporta numerosas ventajas competitivas, en especial una importante rebaja de lead time (no hay que esperar 10 días al enfriamiento de las sacas de azufre) y un menor consumo de energía.
Crece 2
La convocatoria de ayudas de concurrencia competitiva CRECE 2, dotada cada año con cinco millones de euros, busca incrementar la productividad y competitividad de la industria cántabra y está cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
En total 65 pymes presentaron a la convocatoria de 2021 inversiones productivas que suman más de 32 millones de euros en adquisición de terrenos, bienes de equipo, nuevas instalaciones, activos inmateriales o servicios externos de consultoría. Los proyectos subvencionados comprometen la creación de 35 nuevos puestos de trabajo y el mantenimiento de las plantillas actuales, que suman 421 puestos de trabajo.
En la convocatoria de 2022, que se acaba de resolver, la Consejería de Industria, ha concedido 4,8 millones de euros a 56 pymes para la ejecución de inversiones que suman más de 28 millones de euros y contemplan el compromiso de mantenimiento del empleo y la creación de 46 nuevos puestos de trabajo.
López Marcano han apuntado al crecimiento de “plantilla, producción y negocio” que permitirá el nuevo proyecto de ‘Julio Cabrero y Cia’ fruto de su “afán de crecimiento, superación y modernización”.
Para el consejero de Industria, este es un ejemplo del esfuerzo de las empresas familiares de la Comunidad Autónoma, que representan un 92 por ciento y aportan un 82 por ciento del empleo.
