El campo de fútbol de Rinconeda, en Polanco, ha acogido hoy el Puesto de Mando Avanzando (PMA) instalado por el Gobierno de Cantabria para el desarrollo de un simulacro de escape químico en la empresa Solvay, con el objetivo de comprobar sobre el terreno la preparación y la capacidad de reacción de los servicios de emergencia autonómicos ante a una catástrofe de estas dimensiones.
Este puesto ha recibido la visita del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, junto con la consejera de Presidencia e Interior, Paula Fernández Viaña, así como de la alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz Fernández, y el alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, además del embajador de Bélgica en España, Marc Calcoen, y el director general de Solvay para España y Portugal y director de la planta de Barreda, Jorge Oliveira.
Casi 70 profesionales de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Protección Civil, 112 Cantabria, bomberos municipales, policía local, Cruz Roja y el personal de la empresa han intervenido en el simulacro.
El jefe del Ejecutivo considera que Cantabria está preparada y cuenta con medios para actuar ante una emergencia de estas características. «Estas cosas son importantísimas. No ha ocurrido nunca nada, pero puede ocurrir. Nadie es ajeno a que haya un acontecimiento de este tipo y todas las empresas tienen que extremar las prevenciones para cuando ocurran cosas como esta», ha dicho Revilla.
El presidente y sus acompañantes han constatado ‘in situ’ la respuesta de los equipos ante un hipotético escape de amoniaco en Solvay, que ha generado una nube tóxica concentrada en el barrio de Duález, sobre la que han actuado los bomberos.
Además, se ha alertado a la población de esta situación por megafonía y a través de las redes sociales del Gobierno de Cantabria, aconsejándoles permanecer en sus domicilios y cerrar las ventanas.
«A veces nos cogen por sorpresa acontecimientos que tienen mucha gravedad y tenemos que tener todos los dispositivos preparados para evitar que se produzca una catástrofe y que el daño sea el menor posible», ha concluido Revilla.
Por su parte, Paula Fernández Viaña ha recordado que este tipo de simulacros vienen recogidos en el decreto que regula los Planes de Emergencia Exterior, aprobado en 2018, y ha señalado que el objetivo es estar preparados para «adelantarse a la emergencia real» cuando esta se produzca.
Para poner en práctica la capacidad de respuesta de los equipos, una empresa contratada al efecto plantea una casuística desconocida, incluso para quienes coordinan la intervención en el centro de mando, y va aportando datos del suceso en tiempo real. «Así vamos reaccionando y preparándonos para la vida real», ha señalado Fernández Viaña.
