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Monumentos y arte en la calle

Monumentos y arte en la calle

JARDINES Y BUSTO DE PEREDA

En 1929 se inaugura el busto de José Mª de Pereda, realizado por Daniel Alegre Rodrigo, situado junto a la «Cagigina» que tan bien había descrito en su novela el «El sabor de la tierruca».

En el acto se encontraba junto al alcalde, don Celestino Calderón Castañeda, el infante D. Jaime de Borbón, hijo del rey Alfonso XIII, y diversas autoridades civiles y eclesiásticas, así como numerosos vecinos.

Desde la «cagigona» y el busto, en dirección al SO se contempla el amplio y fértil diapiro de Polanco -gran parte se encuentra en terrenos de sondeos- que limita con Rinconeda y que en el «Sabor de la tierruca», cuenta estaba lleno de castaños a los que se dirigían los jóvenes para hacer acopio de castañas con las que hacer la magosta.
A esta misma mies se refiere Jesús Cancio en su poema a Polanco.

MONUMENTO A LOS CICLISTAS

Polanco ha tenido tradición de gran afición por el ciclismo. Ha tenido algunos clubes de ciclismo y de ellos han salido ciclistas importantes, algunos de los cuales han corrido en la Vuelta a España: Barrigón, Linares, Cuevas, Morán,… Otros han sido profesionales de diversa trayectoria y muchos se quedaron en aficionados.

En honor a todos ellos, se construyó un Monumento al ciclista junto a la Casa de Cultura, inaugurado  en 2005 por el entonces alcalde don Miguel Rodrigez Saiz. El monumento fue realizado por Jorge Mier Suárez.

PLACA Y ENCINA A ENRIQUE HERRERA » El carpintero»

En Rinconeda, en los jardines  entre la rotonda y el Centro de  Salud se plantó una encina y posteriormente, en  agosto de 2009, una placa en honor de un personaje singular en el municipio, Enrique Herrera, apodado «El carpintereo» por su oficio.

Este personaje, él sólo, con mucho tesón y constancia trató de salvar una encina centenaria que se encontraba en el trazado de la autovía, a la altura de Rolisas. Contra viento y marea, fue pasando de despacho en despacho por las diversas delegaciones ministeriales a fin de salvar la susodicha encina enclavada en mitad del previsto trazado de la autovía. Ello no quedó exento de la hilaridad de muchos de los vecinos que veían en dicha obstinación un hecho quijotesco y absurdo. Sin embargo, con su tenacidad logró, no el desvío de la autovía, pero sí que la encina fuese extraída con sus raíces y ser trasplantada al lugar donde hoy se encuentra el monumento.
La vetusta encina  quedó herida de muerte, no pudo resistir el cambio y feneció.
A un grupo de vecinos le granjeó la simpatía y el respeto por este hombre que con su obstinación y terquedad, para poner en valor aquello en lo que creía, había dado muestra de gran sensibilidad medio-ambiental. Ello hizo que se pidiese en sesión plenaria, dentro del apartado de Ruegos y preguntas, la plantación de una encina en el mismo lugar como recuerdo de la bonhomía de Enrique.

No sólo por esto se caracterizó el bueno de Enrique. Fue un amante de la cultura y un ejemplo para los jóvenes. Ver a Enrique en la biblioteca municipal era algo habitual, lo que era inusual en personas adultas.  Siempre alentaba a los chavales en la lectura y el estudio. Con los adultos, lo mismo. Celebró con ilusión y entusiasmo la creación de la Escuela de Adultos; regaló y enmarcó algún mapa, se acercaba de cuando en cuando alentando a las personas que allí asistían. Y, lo más llamativo… Cuando se jubiló  entregó las llaves de su taller al director de la Escuela de Adultos, diciendo: «Aquí te entrego las llaves del taller, para que podáis disponer de toda maquinaria, contratéis a un profesional que sepa enseñar y así puedan aprender el oficio de carpintero todos aquellos jóvenes del municipio que lo deseen.»

Su generosidad la volvió a mostrar cuando un vendaval  tiró unos cipreses que circundaban el panteón de J.Mª de Pereda y destrozó la cruz que presidía el panteón.  Se preocupó de su restauración, buscando canteros y profesionales que lo pudiesen llevar a cabo. Lo consiguió.

Toda esta manera de ser tan singular y ejemplar, imbuído de gran generosidad, honestidad y sensibilidad, conllevó a que la Asociación Sociocultural «Polanco» decidiese en agosto de  2009. diez años después de su fallecimiento en un 16 de agosto, colocar junto a la anónima encina, una placa dedicatoria que nos dejase un fecundo recuerdo de su paso  por la vida de este su pueblo. En el acto junto a miembros de la familia, vecinos y miembros de la Asociación Sociocultural «Polanco», cuyo presidente presentó el acto que fue presidido por el alcalde, don Julio Cabrero Carral.

MONUMENTO  A LA RED DE BALDES CARGADEROS DE CALIZA CUCHÍA-SOLVAY

Desde 1927 con el deseo de trasladar la piedra caliza desde la cantera de Cuchía a la factoría de Solvay, se colocaron una serie de columnas, tendidos y baldes en todo el trayecto. Se trataba del teleférico de Solvay. Todos recordamos la ida y venida de los baldes en procesión.

En 2005, por agotamiento de los recursos  de caliza se dejó de explotar la cantera y con ello se desmontó todo el teleférico. Como recuerdo se dejó este monumento: columna y balde que testimonia el ir y venir que quedó reflejado en nuestra retina y en nuestra memoria.  El monumento se instaló en una de las rotondas del polígono industrial de la ribera. Y fue inaugurado en noviembre de 2005 con la presencia del alcalde de Polanco y el director de Solvay-Química.

MONUMENTO A JESÚS CANCIO

Jesús Cancio «El poeta del mar», aunque natural de Comillas donde vivió hasta 1937 en que fue obligado a salir de su apreciada tierra, alejado de sus queridos pescadores y su inspirado mar, pasó largas estancias en Polanco.

Desde 1947 las visitas a Polanco se hicieron habituales, todos los veranos los pasó en Polanco, donde falleció en agosto de 1961. En Polanco se relacionó con sus paisanos y a Polanco en muestra de su cariño dedicó algunos poemas cargados de afecto.

Con motivo del 50 aniversario de su fallecimiento, en el 2011, se colocó una placa en su recuerdo. Una placa que testimoniase su presencia en Polanco y que sirviese de señuelo para mantener vivo su recuerdo. Hasta dicha fecha no existía absolutamente nada que recordase su presencia entre nosotros, salvo la casa familiar en la que se cobijaba, en la que exhaló su último suspiro y que tristemente  desapareció.

La placa se inauguró bajo la presidencia del alcalde Julio Cabrero Carral, la alcaldesa de Comillas, Mª Teresa Noceda, miembros de la Asociación Sociocultural que propició el acto, vecinos y personalidades del mundo de la Cultura.

MONUMENTO A LAS PARTERAS

Para agradecer el papel decisivo en la asistencia al nacimiento desarrollado por las parteras en tanto se producía la institucionalización de las profesionales sanitarias, se decidió desde la Mancomunidad Miengo-Polanco colocar un monumento que permita recordarlas. Alguna de las parteras de Polanco son Carmen Agüero «La partera»; Primitiva Arce y Remedios Galván, todas nacidas a finales del siglo XIX. También se añade a la lista a la comadrona titulada, Antonica Cuevas «Nina, la practicanta» que asistió en los partes de las vecinas del municipio hasta que se hizo habitual la asistencia institucionalizada. En la inauguración, realizada en septiembre de 2012, estuvieron presentes el presidente de la Mancomunidad, Santos Villegas y los alcaldes de ambos municipios, asó como el párroco de Polanco, don Antonio Gutiérrez, familiares de las homenajeadas y vecinos.

MONUMENTO A LA MAESTRA RURAL

En los jardines de la casa de JMªde Pereda, donde actualmente se encuentra el Centro de Recursos, Interpretación y Estudios de la Escuela, se ha colocado un grupo escultórico en homenaje a la «MAESTRA RURAL». El autor es el profesor Lucio de la Fuente.

Se inauguró en junio de 2009, con la presencia de la entonces consejera de Educación; Rosa Eva Díaz Tezanos, el alcalde de Polanco, Julio Cabrero Carral, miembros de la corporación, directores educativos, técnico de formación, profesores y alumnos del colegio «la Milagrosa».

El monumento es el único de esta naturaleza dedicado a la maestra en Cantabria y posiblemente el único en España, donde todas las representaciones son masculinas.

GRAFITI JOSÉ MARÍA DE PEREDA

Autor: Okuda San Miguel.
Situación: Polanco, en la CA-330, a un lateral de la casa natal del escritor José María de Pereda.
Inauguración: Año 2017
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BISONTE Y SU CRIA

Monumento en piedra representando un bisonte con su cría.
Autor: Salvador García Ceballos.
Inauguración: Año 2000.
Situación: Rinconeda, rotonda de la N-611, en su intersección con la CA-329.
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LA SIRENA DE OJOS TURQUESA

Escultura en piedra.
Autor: Salvador García Ceballos.
Inauguración: Año 2002.
Situación: Mar, rotanda de la  CA-232 en su intersección con la CA-322.
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ESCULTURA EL ÁRBOL DE LOS VIENTOS

Autor: José Antonio Andrés Vera.
Inauguración: Año 2002.
Situación: Requejada, rotonda CA-232.
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